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Mitos y realidades

Comparte con cuidado

Collage comparte con cuidado azul

Internet es una navaja de dos filos. Por un lado, está disponible prácticamente toda la información existente sobre temas de salud. Por otro, no hay control de calidad. Las redes sociales hacen esto aún más complejo.

Las redes sociales nos atraen porque compartimos y nos comunicamos con amigos, familiares, colegas e incluso desconocidos. Facebook se esfuerza por ofrecerte una experiencia placentera. Cada vez que haces un click en un artículo, das un «Me Gusta», o compartes algo, Facebook aprende y personaliza tus noticias con cosas que te pueden interesar. De cierta manera, filtra todo lo que te puede desagradar, y te deja lo que te puede gustar.

Esta personalización de lo que ves en internet, o particularmente en Facebook, puede tener riesgos.

Vamos ilustrándolo con un ejemplo.

Hace poco estuvo rondando una noticia que decía que el hospital Johns Hopkins, una de las instituciones más reconocidas en el tratamiento del cáncer, había dicho que la quimioterapia era una gran equivocación médica. Al ser un tema controversial, inmediatamente se empezó a compartir por todos lados. Y empezó a tener cientos de «Likes«. Esto hizo que Facebook automáticamente la asignara como un artículo relevante, y por lo tanto le apareció en sus noticias a múltiples usuarios.

La nota era completamente falsa. Johns Hopkins incluso tiene una declaración oficial al respecto.

El gran problema radica en que si un artículo tiene muchos «Me Gusta» o es compartido muchas veces da la impresión de que es algo cierto. Entre mayor el número de anécdotas, mayor la percepción de que algo es real. Esto, en el contexto de un mensaje de salud erróneo es, en una palabra, peligroso.

Entonces, una propuesta simple es:

Comparte Con Cuidado

¿Leíste algo en Facebook y estás tentado en compartirlo? Sigue estos pasos antes de hacerlo:

1. Critica. Si ves un artículo sobre la salud en internet o en alguna red social, léelo críticamente, cuidadosamente. No sólo leas el título. Los títulos tienden a ser atractivos y no siempre captan la realidad. Ten en mente primero si le crees a los autores o a la fuente, si lo que escriben vale la pena y si puede ser aplicable para tu entorno.

2. Comprueba. Sobre todo si es un tema de salud controversial, trata de consultar la fuente original y/o de verificar la información en sitios de organismos nacionales o internacionales.

3. Concluye. Una vez que hayas leído, reflexiona. Saca tus conclusiones. Piensa si estás de acuerdo con lo que leíste o si te parece interesante y por qué.

4. Comparte. Si crees que vale la pena compartir, hazlo, agregando una frase con lo que reflexionaste en el paso tres. Esto expondrá tu punto de vista e invitará a tus amigos a comentar. Vale la pena compartir información confiable, y también compartir cuando descubres información falsa.

 

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