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Niño sano

Mi hijo hace berrinches y se queda trabado

En general, los berrinches se presentan entre el año y los 3 años de edad. Estos pueden variar desde quejas y llanto hasta gritos ensordecedores y golpeteos peligrosos.

Estos berrinches representan, por lo general, frustración del niño al no poderse comunicar como quisiera y no poder obtener sus deseos. Se presentan alrededor de los 2 años que es cuando el lenguaje del niño aumenta, pero no lo suficiente para poder expresarse. Algunos niños tienen berrinches ocasionales mientras que otros niños los tienen varias veces al día.

Existe un tipo de berrinche que puede llegar a impresionar mucho a los papás, al grado que piensen que algo anda mal o que el niño está convulsionando: el espasmo del sollozo. En este berrinche, el niño llora continuamente hasta dejar de respirar por unos segundos. Algunas mamás refieren que el niño «se traba del coraje». Al pasar esto, algunos niños pueden llegar a desplomarse en el suelo o tener movimientos de arqueos, similares a los que se ven en las crisis convulsivas.

Como papás, podemos llegar a identificar cuál es berrinche y cuál no, pero siempre que haya duda es mejor comunicarse con el pediatra.

Algunas de las estrategias para lidiar con los berrinches son: tratar de identificar qué es lo ocasiona la frustración del niño en ese momento; tratar de distraer al niño; ocultar objetos que pudieran ser peligrosos pero que el niño podría querer, para así evitar el berrinche por no prestárselos; dar atención al niño cuando anda de buen humor, para que aprenda que al estar contento recibe más atención.

Una vez iniciado el berrinche, lo más importante es mantener la calma, respirar hondo y tratar de entender qué es lo está ocasionando la crisis. Si nos frustramos o enojamos complicaremos la situación. O peor aún, el niño aprende por ejemplo, así que si les pegamos cada vez que tienen un berrinche, ellos sentirán que pegar está bien y que es una conducta aceptable.

Pensemos en la situación por la que está pasando el niño en su desarrollo para entenderlo mejor y seamos consistentes con la disciplina.