¿Recibiste la vacuna contra COVID-19? Excelente, considérate afortunado. Y ahora, ¿qué sigue? A continuación la respuesta a 5 preguntas frecuentes (con información vigente al 21 de junio, 2021, la cual probablemente cambiará pronto).
1. Me acaban de poner la vacuna, ¿qué puedo comer o beber?
Por alguna razón, en muchos sitios de vacunación se está recomendando que los recién vacunados no consuman ciertos alimentos como mariscos y carne de puerco o bebidas como refrescos, tés, café o alcohol. Ninguna de estas sugerencias tiene sentido desde el punto de vista científico. De hecho, no aparece ninguna en las guías de aplicación de las vacunas, ni en México ni en otros países (Guías de aplicación de Pfizer, AstraZeneca, Sinovac, CanSino, Sputnik).
La única explicación que encuentro para estas recomendaciones es que se quiera evitar confusión. Por ejemplo, que alguien coma algún alimento y sufra una intoxicación alimentaria, o que alguien se embriague y luego tenga una resaca terrible, y que le atribuyan lo mal que se sienten a la vacuna y no a la intoxicación o a la resaca, o que se junten efectos secundarios menores como dolor o fiebre, con cualquiera de esas dos situaciones.
Hablando específicamente del alcohol, existe la preocupación de que su ingesta excesiva podría limitar la respuesta inmune a las vacunas. Así que si quieres celebrar con 1 o 2 bebidas, no hay problema. El problema está en el abuso.
Respecto a los medicamentos para aliviar efectos adversos como dolor, fiebre, malestar, deben usarse sólo si dichos efectos aparecen, no de forma preventiva. No todos tendrán esos efectos secundarios, los cuales son más frecuentes después de la segunda dosis de la vacuna.
Finalmente, no hay cómo justificar la recomendación de llegar a bañarse después de la vacuna. El baño no previene ni la fiebre ni otros efectos secundarios. E incluso si llegara a presentarse fiebre tampoco es recomendable el baño, mucho menos con agua fría.
2. ¿Qué pasa si se me retrasa la segunda dosis?
Algunas vacunas requieren segundas dosis, como la de Pfizer o la de Sinovac. Debido a poca disponibilidad y a la dificultad en la distribución de las vacunas, es posible que la segunda dosis se te pueda retrasar.
La fecha en la que se recomienda la aplicación de las segundas dosis busca un balance entre aplicarse lo antes posible, por la urgencia de la pandemia, pero sin interferir con los mecanismos con los que genera anticuerpos nuestro cuerpo. Por eso la segunda dosis se aplica por lo general con una separación de 3 a 4 semanas de la primera. Pero si la segunda se pone después de 5 o 6 o 12 semanas no quiere decir que ya no funcionará. Incluso, podría ser mejor, como lo demuestran un par de estudios sobre las vacunas de Pfizer y de AstraZeneca.
Entonces, si se te retrasa unas semanas la segunda vacuna, no hay problema, no se tiene que reiniciar el esquema y no perderá efectividad. El único problema sería que te contagies de covid-19 antes de la segunda.
3. ¿Me hago anticuerpos para ver si me sirvió la vacuna?
En una palabra, no.
Las pruebas actuales pueden estar dirigidas a proteínas del virus que no son las mismas para las cuales están diseñadas las vacunas. La proteína objetivo de la mayoría de las vacunas es la llamada spike o proteína S.
Pero incluso las pruebas de anticuerpos dirigidas a la proteína S (spike), no están validadas actualmente para demostrar la eficacia de las vacunas, no se conoce la correlación de los niveles de dichos anticuerpos con el porcentaje de protección que te podrían ofrecer, y no miden otro tipo de inmunidad que producen las vacunas, la inmunidad llamada celular, o por células T, la cual es muy importante para la protección a largo plazo y para combatir a las variantes del virus.
4. ¿Se van a necesitar refuerzos después?
Después de completar el esquema de vacunación, ya sea de dos dosis en vacunas como Pfizer, Sinovac, o AstraZeneca, o de una dosis como CanSino y J&J, ¿se necesitarán más refuerzos después? La realidad es que no tenemos respuesta en este momento. La noticia de que el presidente de Pfizer ya pronostica que se necesitará una tercera dosis causó preocupación. Pero no debería sorprender ni asustar. Muchas vacunas requieren múltiples refuerzos para incrementar su efectividad y para lograr inmunidad a largo plazo. Por eso la cartilla de vacunación de los niños tiene tantas dosis.
La posibilidad de los refuerzos va a depender de la duración de inmunidad que logren los esquemas actuales, cosa que hasta el momento, con estudios con seguimiento de 6 meses o más, va bien. Y también dependerá de la eficacia que tengan hacia las nuevas variantes del virus.
5. Ya completé mi esquema de vacunación, ¿ya me puedo quitar el cubrebocas?
El pasado 13 de mayo, los CDC de Estados Unidos cambiaron sus recomendaciones sobre el uso de cubrebocas y prácticamente dieron luz verde para que las personas que ya cumplieron su esquema de vacunación dejaran de usarlo en casi todas las circunstancias.
Es difícil hacer las mismas recomendaciones en este momento en México. El porcentaje de la población que ya cumplió su esquema en EEUU es mucho mayor al de aquí. Al 15 de mayo, 2021, el 47% de los estadounidenses ya recibieron al menos una dosis, en comparación al 11% de los mexicanos.
Pero aparte del porcentaje de vacunados, creo que cambiaron las recomendaciones allá por los estudios que han salido que muestran que las vacunas que aplican en Estados Unidos reducen la posibilidad de transmisión. Anteriormente se tenía la preocupación de que los vacunados aún podrían contagiarse y transmitir, y parece que al menos las vacunas de ARNm sí reducen esa probabilidad.
El mensaje que creo que quieren dar allá es: “si te vacunas, podrás tener una vida casi como antes; y si no te vacunas, debes usar cubrebocas porque te puedes enfermar y también porque puedes contagiar”.
Entonces, debido a que tenemos diferente porcentaje de vacunación y también porque aquí se aplican otras vacunas para las cuales no tenemos aún información sobre si evitan o no la transmisión (CanSino, Sputnik, Sinovac), en estos momentos es prudente continuar recomendando el cubrebocas en lugares públicos, especialmente en los sitios cerrados.
Autor: Dr. Giordano Pérez Gaxiola. @giordanopg
Información actualizada al 21 de junio, 2021.