«Mi hijo tiene el pie plano, ¿le compro zapatitos ortopédicos?»
Probablemente muchos de los que ahora somos papás usamos zapatos «especiales» de pequeños. Siempre existió la costumbre de tratar de curar el pie plano por medio de este calzado o por medio de plantillas personalizadas. Pero, ¿qué es el pie plano?
El pie plano es una condición típica y muy frecuente de los niños menores de 6 años. Es tan común, que el pie plano flexible pudiera considerarse como una variación normal de la niñez. Lo que pasa es que los menores de 6 años tienen los pies más laxos, y al apoyarse en el suelo se aplana el arco de la planta del pie. Es por eso que se le llama pie plano flexible. Sólo un muy pequeño porcentaje de los niños continúa con pie plano después, el cual puede ser doloroso en la adolescencia. El diagnóstico de esta condición se realiza mediante la exploración física, realizada por su pediatra. Por lo general, no se necesitan más estudios, a menos que se sospeche alguna otra condición.
Ahora, en cuanto al tratamiento, durante años, tal vez décadas se usaron plantillas y zapatos especiales para tratar de forzar a que se formara el arco del pie. La realidad es que desde hace tiempo ya se demostró en estudios que el hecho de meter algún soporte para el arco o de diseñar de tal o cual manera los zapatos no influye en el desarrollo del mismo.
La forma del pie y el desarrollo del arco están marcados por la genética del niño y esas intervenciones no aportan ningún beneficio adicional. Por el contrario, el niño con zapatos «diferentes» también puede sentirse «diferente» al resto.
Así que si le vemos planito el pie a nuestros niños pequeños, no hay porqué alarmarse. Muy probablemente se trate de una variante normal que se irá modificando cuando crezcan.