Es desesperante tanto para el niño como para los papás escuchar una tos frecuente, incesante, incontrolable. Aún cuando se trata de una cosa tan sencilla como un resfriado común, la tos puede ser un síntoma muy molesto. Y por supuesto, todos queremos un remedio eficaz que la quite, o al menos que la disminuya.
Lo malo es que por más que avanza la ciencia no se ha podido comprobar la utilidad de la mayoría de los jarabes para niños que tenemos a nuestra disposición. Es frustrante.
Un estudio que vale la pena compartir es el realizado por Paul IA y colaboradores. Los autores les dieron dextrometorfano (un componente muy frecuente en los jarabes para la tos) a un grupo de niños con tos secundaria a una infección respiratoria alta (como el resfriado común); a un segundo grupo les dieron miel; y a un tercero no les dieron nada. Al final del estudio notaron que la miel era tan eficaz, y tal vez mejor, que el dextrometorfano para disminuir las molestias de la tos.
Así que al parecer lo que nos daban nuestras abuelas y mamás era lo mejor: la miel.
Es importante a considerar que la tos puede tener muy variadas causas y por lo general al tratar dicha causa la tos va cediendo paulatinamente. La tos es un síntoma, no una enfermedad. Es vital que el pediatra diagnostique la causa de la tos.
Y finalmente, la miel no debe darse en niños menores de 1 año debido al riesgo de botulismo.