Mientras el niño gusta de dulces y chocolates a cualquier hora del día, muchos padres se aterrorizan de que los coman, sobre todo en horas cercanas al tiempo de ir a la cama. Sin embargo, independiente a lo que los padres crean, el azúcar en cualquier presentación no es el culpable de que el comportamiento del niño se salga de control. Por lo menos 12 estudios clínicos han examinado la respuesta del niño a la administración de dietas con diferentes niveles de azúcar. Ninguno de ellos, aún aquellos enfocados específicamente en niños con trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), lograron detectar diferencia alguna en el comportamiento entre los niños que recibieron dietas con azúcar y aquellos en que no fue así. Se incluyeron dulces, chocolates y otras fuentes naturales de azúcar. Aún en estudios realizados en niños considerados ·sensibles” al azúcar no se encontraron diferencias entre los que lo comieron y los que no.
También se ha estudiado la reacción que tienen los padres al mito del azúcar. Cuando los padres piensan que sus niños habían recibido bebidas conteniendo azúcar (aún y cuando esto no fuera cierto), ellos calificaban el comportamiento del niño como más hiperactivo.
Podemos decir entonces que la diferencia en el comportamiento de nuestros niños al comer dulces o chocolates, se encuentra sólo en la mente de los padres.
BMJ 2008;337:a2769
Escrito por Dr. José Antonio Quibrera Matienzo. 17 enero, 2009.