Este fin de semana fue bastante saludable para mi familia en el sentido de que tuvimos mucha actividad física. Un día caminamos seis kilómetros. Y al día siguiente caminamos otros siete. No, no competimos en ninguna carrera. No fue una penitencia que debíamos. La razón por la que anduvimos activos a pesar del intenso calor de esta ciudad fue Pokémon GO, un videojuego gratuito que salió hace menos de una semana y que rápidamente ha causado furor.
Yo no crecí con Pokémon pero mi hija me mantiene bien informado y la premisa del juego es muy simple: explorar el mundo real para atrapar pequeños monstruos de mentiras. La app traza un mapa de tu ciudad (gracias a que está ligado a Google Maps) y en él puedes buscar estas criaturas, además de ‘Pokeparadas’ para obtener objetos o premios y ‘Gimnasios’ para combatir. Al aparecer un Pokémon y tocarlo en el mapa, la cámara del celular se activa y con realidad aumentada aparece en tu pantalla como si verdaderamente existiera. El objetivo final, atrapar a todos los que puedas.
¿Por qué hablar de esto en un blog de temas pediátricos destinado a padres de familia? Porque con sólo dos días de usarlo me parece que tiene grandes pros y contras desde el punto de vista de la salud.
El principal punto a favor es que fomenta la actividad física. A diferencia de los juegos de consolas, el juego invita, o mejor dicho te obliga, a salir de casa y explorar tus alrededores. Como a los niños no les importa el calor, mis hijos nos presionaron para dejar el confortable aire acondicionado y caminar y sudar y seguir caminando y seguir sudando. Otra manera en la que el juego logra esto es que de repente puedes obtener huevos de Pokémon y la única manera de que se incuben y nazcan nuevas criaturas es caminando. Finalmente, muchas ‘Pokeparadas’ están en lugares representativos o simbólicos de tu ciudad que tal vez has visitado. Así que, como efecto secundario conoces el lugar donde vives.
Casi de inmediato también vimos la otra cara de la moneda. Un papel fundamental del pediatra es la prevención de accidentes y una distracción continua al andar es un peligro. Suena absurdamente obvio pero la regla número uno de este juego debe ser poner atención al caminar, no ir viendo el celular al andar en bicicleta, y mucho menos al manejar. Otros riesgos incluyen explorar sitios potencialmente peligrosos o poco apropiados para niños, y la posibilidad de ser víctima de un robo por andar exhibiendo el celular en sitios públicos. Ojo también con el calor y la hidratación.
A los niños (y a los adolescentes, y también a los adultos) les encantan los videojuegos. Así que porqué no sacarle provecho a aquellos juegos que ayudan a hacer ejercicio sin que te des cuenta. Este tipo de herramientas tienen un gran potencial contra la vida sedentaria que llevamos hoy en día, el sobrepeso y la obesidad infantil.