Para muchas familias, lograr que el niño pequeño duerma toda la noche es un verdadero reto. Estoy hablando del niño mayor de 6 meses que ya tiene voluntad, pero menor de 4 años que no quiere entender ciertas reglas. Se intenta de todo. Dormirlo en el cuarto de los papás. Darle biberón en la noche. Dormir en la misma cama. Ir y venir con él a su cuarto. Se fracasa algunas veces. Se tiene éxito en otras. La dinámica familiar puede variar tanto que algunas técnicas sirven en unos y no en otros. Y en algún momento, la mayoría intenta usar técnicas que pudieran sonar drásticas como dejarlo llorar. Esta entrada es para quienes están pensando en ello.
Técnicas de modificación de conducta como dejar llorar a los niños en su cuarto, o que los papás duerman en el cuarto de los niños pero sin sacarlos de la cuna aunque lloren, se han usado por décadas y tienen buenos resultados. Pero oír llorar a tu hijo puede doler. Aún cuando sabes que no está pasando nada y que simplemente está haciendo un berrinche porque lo dejaron en su cuna. Hay papás y mamás que toleran más. Hay otros que sufren con 30 segundos de llanto. Inevitablemente surge la pregunta: «¿no estaré haciendo daño a mi hijo?», «¿no se irá a traumar?».
Unos investigadores en Australia les dieron seguimiento por 5 años a 326 niños que fueron incluidos en un estudio sobre diferentes técnicas para dormirlos, entre ellas dejarlos llorar o «acampar» en sus cuartos. Al final, no encontraron diferencias en cuanto a estado emocional, conducta, problemas de sueño, estrés, relación con los padres, depresión de los padres, ni ansiedad. Básicamente, los autores concluyeron que da igual, a la larga, qué estrategia utilices.
Este estudio fue noticia en múltiples sitios de internet, y en todos se ven comentarios muy apasionados por parte de papás y mamás, cada quien contando «cómo le fue en la fiesta». De verdad que es un tema controversial. Uno de ellos me dio risa por su humor un tanto negro:
«Primer bebé: a la primera señal de llanto o incomodidad levantas, cargas y calmas al bebé.
Segundo bebé: lo cargas si su llanto va a despertar al otro.
Tercer bebé: le enseñas a su hermano mayor a darle cuerda al móvil de la cuna».
Ojalá y tuviera una recomendación universal para todas las familias, pero no es así. Cada familia y cada niño son diferentes. Lo que sí puedo comentar es que dejarlos llorar un poco, al menos en base a este estudio, no parece perjudicarlos. Y también puedo asegurar, por experiencia personal, que si una noche se deja llorar al pequeño, al día siguiente amanece como si nada hubiera pasado. No se trata de abandonarlos. Se trata de que se sientan queridos, y a la vez fijar reglas y ser consistente.
Suerte, y felices sueños.