En la entrada anterior mencionábamos el riesgo de sobrepeso y obesidad cuando los niños siguen con biberón después de los 2 años de edad. Continuando con el tema, ahora platicaremos sobre una estrategia para poder abandonar la mamila alrededor del año.
El año pasado se publicó en Pediatrics un estudio donde evaluaban qué tan exitosa sería la implementación de un plan para reducir el uso prolongado del biberón. Pediatras canadienses dividieron a más de 200 niños de 9 meses de edad en 2 grupos: a los papás de un grupo les darían sólo recomendaciones nutricionales y a los del otro grupo les darían las mismas recomendaciones pero también una estrategia escrita de cómo ir quitando el biberón poco a poco, además de platicar con ellos acerca de los riesgos de su uso prolongado (caries dental, anemia por deficiencia de hierro, entre otros) y otorgarles un vaso entrenador.
Los tips que daban eran más o menos los siguientes (un poco parafraseados por mi parte):
- Empieza ofreciendo el vaso entrenador en vez del biberón en todas las comidas.
- Da el vaso entrenador para acompañar cada alimento nuevo que le ofrezcan.
- Si le ofreciste el vaso entrenador con un determinado alimento, y te lo aceptó, siempre dáselo cuando vuelva a comerlo.
- Todos los miembros de la familia tienen que estar involucrados y entusiastas.
- Ve desapareciendo el biberón poco a poco.
- No dejes que usen el biberón como chupón para calmarse, ni tampoco el vaso entrenador. Puedes seguir ofreciendo el chupón.
- Si te pide el biberón, ofrécele mejor el vaso entrenador, y apapáchalo si lo necesita.
- Sé persistente. Romper hábitos toma tiempo.
- A esa edad (9 meses), tal vez tu hijo aún no sepa cómo tomar del vaso entrenador. No hay problema, la práctica hace al maestro.
Con este plan, los autores observaron una reducción del 60% en el uso prolongado del biberón.
Es obvio que este estudio no es aplicable para niños más grandes. A los 2, 3 o 4 años de edad es mucho más difícil dejar este hábito. Pero en niños pequeños, merece la pena comenzar con el vasito a los 9 meses, para obtener los beneficios más adelante.
Para terminar, cabe mencionar que quitar el biberón no lo es todo. Si quitarlo es «misión imposible», vamos viendo las posibles complicaciones y pensando en otras soluciones:
- Riesgo de caries del biberón. Para prevenir: limitar las bebidas azucaradas en el biberón, limitar los jugos a 6 oz al día, lavar bien los dientes. Más información.
- Riesgo de anemia por deficiencia de hierro. Para prevenir: ofrecer una dieta balanceada, rica en hierro. Limitar la cantidad de leche de vaca o fórmula que consume al día a menos de 24 oz. Más información.
- Riesgo de sobrepeso y obesidad. Para prevenir: igual que en el punto 2, ofrecer una dieta balanceada, y fomentar actividad física. Más información.