En estos meses de calor es importante protegernos de los efectos dañinos del sol: quemaduras a corto plazo y cáncer de la piel a largo.
Es preferible que los niños menores de 6 años permanezcan lo menos posible en exposición directa de los rayos del sol. Siempre que sea posible, deben vestirse con ropa delgada y cómoda y no olvidar proteger la cara con algún sombrero o gorra.
En todas las edades, es mejor limitar la exposición al sol entre las 10:00 am y las 4:00 pm, ya que en esos momentos los rayos ultravioleta (los más dañinos) son más intensos.
Como es imposible detener a los niños y porque tienen todo el derecho de disfrutar del agua, en albercas o en el mar, es indispensable usar bloqueador solar, de preferencia con factor de protección de al menos 15 SPF. Al momento de comprarlo, debemos tomar en cuenta que muchas marcas comerciales pueden «exagerar» en cuanto al factor de protección que anuncian. Entre mayor el factor, mejor será la protección.
El protector debe cubrir todas las áreas expuestas, en especial la cara, la nariz, los pies, las manos y hasta detrás de las rodillas. El bloqueador debe colocarse entre 20 y 30 minutos antes de entrar al agua para que se absorba y tenga mejor efecto, y debe volverse a aplicar aproximadamente cada 2 o 3 horas.
Finalmente, como en todo, nosotros debemos ser el mejor ejemplo. Los papás debemos usar estos protectores y enseñar a nuestros hijos a usarlo.