La vitamina C siempre ha tenido buena fama. Es más, una de las anécdotas más conocidas en la historia del método científico es precisamente cómo se descubrió que unas naranjas pueden curar el escorbuto.
Pero aunque las funciones principales de esta vitamina son proteger a las células, mantener el tejido conectivo que une diversas estructuras y órganos, y ayudar en la cicatrización, muchas personas la conocen más por su supuesta fama de prevenir resfriados.
¿Qué tan cierto es esto? ¿En realidad sirve la vitamina C para prevenir resfriados?
El mes pasado se publicó una extensa revisión que incluye todos los ensayos clínicos que se han realizado con este objetivo. Los autores encontraron al menos 5 estudios en los que participaban personas expuestas a un esfuerzo físico intenso: maratonistas, esquiadores, nadadores y hasta soldados. En estos estudios se vio que la vitamina C efectivamente redujo el número de resfriados de quienes la recibían, en comparación de los que recibían placebo. Pero cuando se analizaron los resultados de estudios donde participaban personas «normales», es decir, gente que no estaba realizando esfuerzos físicos extenuantes ni expuestos a climas bajo cero, no se pudo demostrar que la vitamina C sirva como prevención.
En cuanto a los síntomas, el beneficio parece ser modesto. En niños, parece disminuir la duración del resfriado un 14%. En términos prácticos, esto significa unas horas o un día menos de estar mocoso y sintiéndose mal.
¿Entonces qué hacemos?
No parece prudente, en vista de esta revisión, recetar vitamina C a todos. Aún cuando los efectos secundarios de este suplemento son pocos y raros, pudiera causar dolor abdominal y/o diarrea. Pero si estamos hablando de una persona, un niño, que padece muchos resfriados en el año, o de un adolescente que está entrenando arduamente en el equipo de futbol de su preparatoria, tal vez en ellos podría valer la pena dar un suplemento de vitamina C. ¿Disminuirá las veces que se enfermen? Tal vez. Y posiblemente les durarán menos los resfriados.
No debemos olvidar que las mejores estrategias para prevenir infecciones son vacunarse, lavarse las manos, tener una alimentación sana y balanceada, y mantenerse activo. Si quieres darle un extra de vitamina C a tus hijos, no te olvides que no sólo los cítricos la contienen, también la puedes encontrar en los pimientos, el brócoli, las guayabas, las papayas, y las fresas.
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