«Por más que cuido a mis hijos siempre andan con gripa, y los de la vecina que siempre andan bien chamagosos nunca se enferman» ¿Suena familiar?
La teoría de la higiene se basa en que los niños que tienen exposición a bacterias e infecciones del medio ambiente tienen protección contra el desarrollo de alergias. Su contraparte, los niños con una higiene excesiva, tienen alergias de manera más frecuente. Aún se están estudiando las bases de esta teoría, pero recientemente se publicó en la revista Nature un artículo que la apoya.
Al parecer, el estafilococo, una bacteria que normalmente vive en nuestra piel, produce una sustancia llamada ácido lipotecoico. Esta molécula interactúa con las células de la piel (los queratinocitos) y evita que se genere una respuesta inflamatoria exagerada cuando hay lesiones. Es un hallazgo interesante que pudiera explicar la inflamación que se produce en ciertos niños con dermatitis alérgica. El estafilococo, en vez de hacer daño, ayuda a proteger la piel.
Esto no significa que los niños no se bañen o no se laven las manos (el lavado de manos reduce la transmisión de muchas infecciones, incluyendo la influenza). Pero tal vez podemos relajarnos un poco y dejar que los niños jueguen en la tierra, se ensucien y se diviertan, sin estar obsesionados con la limpieza.