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Inicio saludable del nuevo ciclo escolar

Una manera de aprovechar el tiempo en estas vacaciones es hacer los chequeos generales de nuestros hijos en esta época del año pues cuando están en clases tienen actividades académicas por la mañana y actividades extra-escolares y deportivas por la tarde además de sus tareas.

La visita al oftalmólogo y dentista son necesarias al menos una vez al año y siempre implica dedicar un tiempo determinado que se hace apresurado cuando nuestros hijos ya están en clases por lo que sería muy útil hacerlo cuando están de vacaciones. En el caso del dentista generalmente son necesarias varias citas y se puede avanzar mucho en ésta época del año.

La visita oftalmológica también es deseable una vez al año y sobretodo si nuestros hijos tienen algún problema visual.
Si nunca se ha hecho un chequeo ortopédico bien se puede aprovechar este tiempo para hacerlo y aquellos niños que tienen algún problema en tratamiento, pueden llevar su seguimiento en forma puntual.

El chequeo Pediátrico general sirve para hacer una revisión del estado general, poner al corriente sus vacunas y de esta manera prevenir enfermedades en su siguiente ciclo escolar. En caso de tener algún problema con el peso del paciente, se puede hacer un plan para en este tiempo dedicarle lo necesario para corregirlo o al menos sentar las bases para ello.

En el caso de los pacientes que tienen problema neurológico como lo es el déficit de atención, se puede evaluar el resultado de los medicamentos usados y el rendimiento del ciclo escolar terminado, dejar algún tiempo sin medicamentos en los pacientes que esto sea posible y ver la respuesta que tienen sólo con la terapia ocupacional a través de actividades deportivas más intensas y de esta manera hacer un plan para el siguiente ciclo escolar.

Creo que si tomamos en cuenta estos consejos, estaremos más pendientes de la salud de nuestros hijos y más contentos de haber aprovechado el tiempo en algo que es muy importante para todos nosotros.

Escrito por Dr. Roberto Zazueta Tena, 31 de Julio de 2010

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Niño sano Prevención

Algunos consejos para la alberca

Continuando con los temas veraniegos, les compartimos ahora algunos consejos para la alberca.

Primero, la Academia Americana de Pediatría nos da recomendaciones acerca de cuándo debería aprender a nadar un niño. La Academia ha relajado su postura un poco. Antes recomendaba que se enseñara a los niños a nadar hasta los 3 o 4 años. Ahora ya permite a los padres que se metan a clases de natación a los niños mayores de 1 año. Aún así, vale la pena revisar todos los consejos de la Academia para evitar accidentes en las albercas.

Por otro lado, el CDC nos da algunos tips para prevenir infecciones en las albercas. La diarrea causada por ciertos microorganismos (Cryptosporidium, Giardia, norovirus, E. coli, etc.) es una de las enfermedades que pueden producirse de manera ocasional al disfrutar de las albercas o balnearios públicos. Para prevenirla es recomendable: no nadar si se tiene diarrea, mantener un buen higiene, no tomar agua de la alberca. Y en los padres de niños pequeños: sacar periódicamente a los niños de la alberca para ir al baño, cambiar pañales de manera frecuente y, de nuevo, mantener buenos hábitos higiénicos.

Y como se dice comúnmente, ¡Al agua, patos!

Escrito por Dr. Giordano Pérez Gaxiola, 30 julio 2010.

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Problemas comunes en las vacaciones de verano

Las vacaciones de verano son esperadas con impaciencia por la mayoría de los niños aunque no siempre es así por los padres o al menos no los 2 meses que en promedio tienen de días de descanso escolar. En el mejor de los casos nos ponemos a buscar actividades para que se entretengan y luego hacemos algún viaje que planeamos (el cual no dura ni con mucho todo este tiempo) pero en otras ocasiones, los padres tenemos que trabajar y no podemos contar con días para convivir con nuestros hijos en esta época.

En la mayoría de los cursos de verano se incluyen actividades en albercas y de aquí se desprenden algunos de los padecimientos frecuentes: dermatitis y quemaduras solares, otitis externas y conjuntivitis.

Es importante tomar precauciones para evitar estos problemas.  El uso de «pantallas» solares, conocidos como bloqueadores solares (no así los «bronceadores») es imprescindible utilizarlos.  De preferencia aplíquelos al menos 10 minutos antes de la exposición al sol.  Existen innumerables de ellos en el mercado pero debemos escoger de al menos Factor 50 de protección cuando van a estar expuestos por mucho tiempo y en caso de ser tiempo continuo, aplicar hasta 2 o 3 veces por evento.  Al terminar el uso de la alberca hay que dar un baño en la regadera para quitar el agua clorada y evitar así algunas dermatosis (alteraciones de la piel) que se derivan de la exposición solar y agua clorada.

Para evitar o disminuir la incidencia de otitis externa, debemos mantener secos los oídos después de haber estado en la alberca:  se puede usar un pañuelo facial o los famosos «cotonetes» pero sólo para secar la región auricular y la entrada al conducto auditivo,  no para sacar cerumen del interior del conducto.  Otra manera es utilizar la secadora de pelo a cierta distancia del oído para no lastimar a los niños con el calor o el ruido.  Si con estas precauciones presenta dolor de oído el niño, acuda con su pediatra para controlar el problema.

En cuanto a la conjuntivitis hay que enseñar a nuestros hijos el uso de gogles pues el contacto de la conjuntiva con el agua clorada es irritante para la misma y al usar estos protectores oculares, la incidencia de este problema disminuye.

Si tomamos en cuenta estos pequeños consejos podremos pasar unas vacaciones de verano más placenteras.

Escrito por Dr. Roberto Zazueta Tena, 17 julio 2010.

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El estilo de vida saludable

Cada vez más, los pediatras nos enfrentamos con pacientes que de fondo traen ya el problema de obesidad o que su tendencia en su peso, es a la alza. No pasa un mes sin que en las principales revistas aparezcan varios artículos relacionados a este problema y/o sus consecuencias a corto o mediano plazo.

En nuestra consulta, independientemente de cuál sea el motivo de la visita, el pediatra siempre debe vigilar el peso correspondiente a la talla pues nos puede pasar desapercibido cambios sutiles hacia la obesidad.

En fechas recientes están apareciendo artículos acerca de la cirugía bariátrica (medidas quirúrgicas para controlar la obesidad) en adolescentes con obesidad extrema pues se han dado cuenta los investigadores que a estas instancias del problema, las medidas generales de cambio en la alimentación y hacer ejercicio ya no tienen impacto para revertir la obesidad.

La Academia Americana de Pediatria está favoreciendo lo que llama : Estilo de Vida Saludable para que nosotros los pediatras lo fomentemos desde nuestro campo de acción en las primeras etapas de vida de cada individuo y la regla para recordarlo es la siguiente: 5 – 2 – 1 – 0.

El 5 corresponde a 5 porciones de frutas y verduras todos los días; el 2 corresponde a no ver más de 2 horas televisión ( o computadoras, videojuegos, “pantallas” en general) pues se ha visto que ello favorece al sedentarismo; el 1 se refiere a hacer ejercicio al menos una hora diaria, los 7 dias de la semana sugiriendo que este debe ser acorde a la edad y que siempre sea algo que le guste al niño (a) y por último el 0 se refiere a cero refrescos, jugos industrializados, te de sabores y golosinas, sobre todo entre las comidas

Este estilo de vida saludable debemos los padres pregonarlo con el ejemplo y los pediatras estimular a nuestros pacientes involucrando a su familia como una medida general en contra de esta enfermedad que cada vez cobra más víctimas.

Escrito por Dr. Roberto Zazueta Tena  1 de Julio 2010

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Guardería: Gusto o Necesidad

Actualmente es muy frecuente ver que ambos padres trabajan fuera del hogar ya sea por necesidad de contar con dos sueldos y/o  por el desarrollo independiente y profesional de cada miembro de la pareja.  Esto lleva a la necesidad de buscar un lugar donde dejar a nuestros hijos mientras estamos trabajando y lo primero que se nos viene a la mente es una guardería. También encontramos familias donde la madre no trabaja fuera del hogar, pero que por cuestiones sociales, sale mucho durante el día y  por conveniencia del niño para que “socialice” más temprano,  para que controle esfínteres más pronto y para que su lenguaje sea más amplio a temprana edad, deciden meterlo a una guardería.

Es importante que los padres de nuestros pacientes sepan que las guarderías también tienen puntos adversos a tomar en cuenta como lo es el ser un factor predisponente a procesos infecciosos.  Es decir, vemos que los niños que asisten a una guardería, mientras más pequeños son, sobre todo menores de 1 año, tienen más infecciones de vias respiratorias y gastrointestinales comparados con aquellos niños que no acuden a las mismas.  Esta situación es quizá, la principal razón adversa de llevar a nuestros hijos a estas instituciones y ello obedece a que el sistema inmunológico  en los niños pequeños no es lo suficientemente “maduro” como el que observamos en los que ya tienen 2 años de edad.

Tratemos de diferenciar cuál es la verdadera razón para meter a nuestros hijos a una guardería y busquemos en pareja (pues los hijos son responsabilidad de ambos padres) otras opciones para el cuidado de nuestros hijos cuando no podamos hacerlo nosotros mismos como lo es que una persona nos cuide a nuestros niños en nuestra propia casa o en su defecto, en la casa de ella.  Hay personas jubiladas, hay otras que estudian preparatoria o Universidad por la tarde y disponen de la mañana para ello;   hay señoras que les gustan los niños y nunca pudieron ser madres o sus hijos ya están fuera del hogar, etc., ya que este solo hecho puede significar la diferencia de que nuestros hijos se estén enfermando con más frecuencia.

Escrito por Dr. Roberto Zazueta Tena,  el 27 de Junio 2010

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Los niños ante el divorcio de los padres

Es indudable que cada vez más frecuente, nos encontramos con pacientes en donde la estabilidad familiar se ve afectada por el divorcio de los padres. Nuestro papel como pediatras es tratar que mantener y fomentar la salud del individuo en crecimiento y su entorno y es precisamente esta situación de divorcio, una de las situaciones que más está afectando a nuestros niños en la actualidad.

Cuando detectamos alteraciones en la dinámica familiar, aconsejamos a los padres a acudir a terapia de pareja, pero es una realidad que los niños se ven más afectados cuando están en una familia donde los padres se están peleando frecuentemente que cuando la pareja ha decidido vivir por separado y conviven con sus hijos en forma individual pero profunda. Y muchas veces vemos que curiosamente, cuando están separados los padres, conviven más frecuente con sus hijos que cuando vivían «juntos».

Nuestro papel como pediatras es proteger a niño del daño máximo que esta situación puede causar: En primer lugar aconsejar a los padres de que no utilicen a sus hijos como “escudo” o como “arma” para causar daño a la ex – pareja pues esto a quien más daño le produce es al propio niño. Por lo tanto, el padre y la madre deberán afirmarle con palabras y con hechos todo lo que los quieren aunque ellos hayan decidido vivir por separado. La madre debe decirle que su padre lo quiere mucho, tanto como ella lo quiere y el padre debe hacer lo mismo.

En segundo lugar, debe de decírsele a los padres que no discutan delante de sus hijos. Todas las diferencias, deben ser discutidas fuera del lugar donde se encuentran los niños pues los gritos, alegatos y sobretodo los insultos que se llegan a hacer entre sí los padres, dañan importantemente la autoestima y la seguridad de nuestros pacientes, de tal forma que se manifiesta en su conducta durante toda su vida.

En tercer lugar, aunque aparentemente no se noten alteraciones en la conducta de algunos niños o pensemos que por su edad “no se dan cuenta”, deben recibir una evaluación psicológica para que en caso de detectarse algún problema derivado de esta situación, se inicien de inmediato con las conductas para remediarlo ya que de no hacerse así, los trastornos de conducta se harán más profundos con el paso del tiempo y por lo tanto de mayores consecuencias.

Definitivamente lo ideal es que nuestros pacientes vivan dentro de una dinámica familiar en donde los padres tengan un objetivo común para sus hijos, en donde figuren tanto el papel de madre como de padre (y no uno dominante) y además donde exista una buena comunicación entre los padres y de los padres a sus hijos, dando a cada uno su papel individual tomando en cuenta su género y su lugar en la constelación familiar, esto es, saber individualizar a cada hijo tomando en cuenta si es el mayor, el menor o el del “medio”. Para esto se requiere de madurez, prudencia, paciencia y mucho amor.

Escrito por Dr. Roberto Zazueta Tena. 2 de marzo, 2010

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Las redes sociales y tus hijos

Estamos entrando en una nueva década. Realmente no podemos imaginar la tecnología que veremos en los próximos años. Nuestros hijos crecerán con todos estos avances y sin duda alguna serán más hábiles que nosotros.

En el presente, las redes sociales como Facebook y MySpace se han convertido en algo más que un pasatiempo. Ahora son un medio esencial de comunicación e integración de los adolescentes. Sin embargo, al ser redes abiertas a todo el mundo, su mal uso puede causar problemas. La inmadurez de los adolescentes los hace especialmente vulnerables a plasmar cosas en estas redes de las cuales después se arrepentirán. Por eso es importante que los padres se involucren, platiquen con sus hijos y estén al tanto de sus actividades en internet.

Un consejo práctico es simplemente charlar acerca de ello. Preguntar cuáles sitios de internet está frecuentando, de qué se tratan, qué amigos los están usando. Siempre se debe recalcar que lo que se escribe ahí pudiera ser visto por cualquiera en algún momento.

Para saber de qué se trata esto, no hay mejor manera que probarlo. Los padres pueden sacar sus perfiles en estas redes y pedir «ser amigos» de sus hijos.

Es recomendable que la computadora esté en un lugar visible en la casa, en una sala común o en un estudio donde se pueda ver qué se está haciendo. Y finalmente, debe haber límites y horarios para el uso de ella, al igual que cuando se ve la televisión.

Escrito por Dr. Giordano Pérez Gaxiola. 8 de enero, 2010