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Chupones: beneficios y riesgos

¿Por qué los niños usan chupón? La succión es un instinto natural en los bebitos. Un chupón puede satisfacer ese deseo. En los niños más grandes pueden ser una forma de seguridad o confort.

¿Puede ser bueno para mi niño el chupón? Los chupones pueden reducir el dolor durante los procedimientos habituales, como extracción de sangre o aplicación de inyecciones. Succionar el chupón se ha asociado a estancia hospitalaria más corta y mejor ingesta de leche en los prematuros. Pueden también disminuir el riesgo de muerte súbita cuando se usan durante el sueño.

¿Puede ser malo para mi niño el chupón? No está claro si los chupones pueden causar problemas en la alimentación al pecho, pero se ha visto que en algunos niños disminuyen la ingesta cuando usan el chupón. Probablemente sea mejor usar el chupón una vez que el niño haya aprendido a mamar bien el pecho, es decir, no usarlo por lo menos en el primer mes de vida. Usar chupones hasta los 2 años de edad puede causar problemas con los dientes de los niños, pero es más común que esto suceda cuando se prolonga su uso hasta los 4 años. Los chupones usualmente tienen gérmenes y esto puede acarrear enfermedades al niño. Los niños que usan chupón están más propensos a desarrollar infecciones de oído, por lo que deberían usarlo únicamente durante el sueño.

¿Qué debería saber antes de ofrecerle un chupón a mi niño?

1) el chupón parece ser útil en niños menores de 6 meses. Los riesgos aumentan con su uso después de los 2 años,

2) nunca forzar al niño a usarlo. Si se le cae durante el sueño, no trate de metérselo de nuevo en la boca,

3) no le ponga dulce al chupón con el fin de persuadir al niño a usarlo,

4) los chupones deberían limpiarse y reemplazarse constantemente,

5) su médico puede ayudarla a decidir cuándo debería quitarle el chupón, pero considere una buena opción hacerlo de los 6 meses a 1 año de edad. No debería usarse el chupón después de los 4 años de edad.

Para saber más: Academia Americana de Odontología PediátricaRevista de la Asociación Médica Americana.

 

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Cólico, pesadilla de los padres

En los primeros meses de vida aparece el cólico. ¿qué lo produce? ¿la leche? ¿está enfermo mi hijo?… Hay muchas interrogantes acerca del cólico, pero lo cierto es que es parte normal de un niño en la mayoría de las veces.
Queremos compartirles algunos consejos de la Academia Americana de Médicos Familiares:

¿Cómo actúa un bebé con cólico?
Los bebés con cólico lloran más que la mayoría de los bebés: mucho más. Cuando lloran pueden acercar los brazos y las piernas hacia sus cuerpos y puede parecer como que están sintiendo dolor. Algunas veces estiran los brazos y las piernas y se entiesan y luego los acercan nuevamente. Inclusive se pueden poner colorados por el llanto. Cuando este llanto dura más de tres horas al día se le llama cólico. Los bebés con cólico usualmente se ponen quisquillosos al final del día, pero puede darles cólico en cualquier momento.
Un bebé con cólico puede llorar a ratos o puede llorar la mayoría del tiempo. Cuando su bebé llora, él o ella puede tragar aire. Esto le puede dar gases a su bebé y hacer que el estómago se le vea hinchado y se sienta templado, lo cual puede hacer que él o ella se sienta aun más incómodo.

¿Qué causa el cólico?
Nadie sabe a ciencia cierta qué causa el cólico. Los bebés con cólico son bebés saludables y por lo tanto no es por causa de un problema médico. El cólico no es por causa de la manera como se alza o como se trata el bebé. Con certeza que no es culpa de los padres. El cólico puede ser por causa de dolor de estómago o por el temperamento del bebé. Parece ser que los bebés con cólico necesitan más atención y que son más sensibles a las cosas a su alrededor que los demás bebés.

¿Cuánto va a durar el cólico?
El cólico usualmente comienza entre la tercera y la sexta semana después del nacimiento. Usualmente desaparece cuando el bebé cumple tres meses. Si su bebé todavía tiene cólico después de cumplir tres meses de edad es posible que él o ella está teniendo un trastorno de reflujo.

Cosas para recordar acerca del cólico

  • Usted no causó el cólico; por lo tanto no se sienta culpable.
  • El cólico casi siempre desaparece a los tres meses de edad. Debe desaparecer cuando el bebé completa seis meses de edad.
  • Usted puede intentar hacer varias cosas para calmar a su bebé.
  • Darle atención adicional a su bebé no lo va a malcriar.
  • Sólo porque su bebé tiene cólico no quiere decir que su bebé no sea sano.

¿Qué puedo hacer para ayudar a mi bebé a dejar de llorar?
Usted puede intentar hacer una serie de cosas para calmar a su bebé. Éstas pueden incluir cambiar la manera como usted alimenta o alza a su bebé. Ensaye los consejos que están anotados abajo para ver si ayudan a que su bebé deje de llorar.

Consejos para calmar a su bebé

  • Coloque un biberón con agua tibia sobre el estómago del bebé; asegúrese de que éste no esté muy caliente.
  • Meza a su bebé sentándolo sobre usted en una silla mecedora o mézalo dentro de una cuna.
  • Dele un baño con agua tibia a su bebé.
  • Dele un chupón a su bebé.
  • Frote suavemente el estómago de su bebé.
  • Envuelva al bebé en una cobija suave.
  • Ponga al bebé en un coche y salga a caminar.
  • Dé un paseo en carro colocando el bebé dentro de un asiento de automóvil para bebé.

¿Qué cambios en la alimentación pueden ayudar a que mi bebé deje de llorar?
Trate de alimentar a su bebé si han pasado más de dos horas desde la última vez que el bebé comió. Dele de comer al bebé con más frecuencia y en menor cantidad.
Calentar la fórmula a la temperatura corporal antes de dársela al bebé también puede ayudar.
Trate de usar un chupón con un agujero más pequeño en el biberón si el bebé se toma un biberón en menos de 20 minutos. Evite alimentar a su bebé demasiado rápido.
¿Y con respecto a cómo cargo a mi bebé?

  • Algunas veces los bebés con cólico responden a formas diferentes de ser alzados o mecidos.
  • Sostenga a su bebé a lo largo de sus muslos y dé masaje en la espalda.
  • Sostenga al bebé derecho. Esto ayudará al bebé si tiene gases.
  • Camine con el bebé alzado.

¿Qué puedo hacer cuando me siento frustrado o frustrada con mi bebé?
El cólico puede ser muy frustrante para los padres. Puede ser difícil cuidar a los bebés que no paran de llorar. En cualquier momento en que usted se sienta cansado o frustrado haga que alguien más cuide de su bebé por un rato.
Si no puede encontrar a nadie que le ayude trate de ir a un cuarto cercano y mirar televisión o escuchar la radio. Asegúrese de que el bebé va a está seguro sin supervisión inmediata. Llorar no le va a hacer daño a su bebé. Asegúrese de poder tomar un descanso de su bebé de modo que no se frustre demasiado.

Llame a su pediatra si:

  • El llanto de su bebé cambia características.
  • Su bebé deja de aumentar de peso.
  • Su bebé tiene fiebre.
  • Usted tiene miedo de hacerle daño a su bebé.
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Decir "no" también es educar

¿Por qué es tan difícil a nosotros los padres decirles «no» a los hijos y por qué ellos dicen «no» tan fácilmente?.

En nuestra práctica diaria cada vez constatamos más que los niños, desde temprana edad, no vacilan en oponerse a sus padres, a rehusar hacer lo que les ordenan, a decir simplemente «no». Por otra parte, los padres parecen temer a decir «no»a los hijos y lo consultan con frecuencia, porque siempre se ha inculcado lo importante que es para el crecimiento y el desarrollo armonioso de los hijos el respetar sus gustos, su ritmo de alimentación y sus periodos de sueño.

La idea de establecer normas o límites en casa con niños de 3 a 6 años es un tema controvertido. Sabemos que toda situación extrema perjudica el desarrollo del niño, pero la ausencia de las mismas es también perjudicial.

¿Cuáles son los obstáculos a los que se enfrentan los padres?

1) el no sentir energía suficiente para enfrentarse al hijo,

2) el no hacerlo por compensar el poco tiempo que le dedica,

3) padres inseguros o miedosos y con poca autoestima, que desean ser aceptados por sus hijos pase lo que pase, y que no confían en sus propias decisiones ni en su capacidad para defenderlas,

4) padres que, entre sí, tienen opiniones distintas sobre una misma situación, y solos se desacreditan,

5) padres que han recibido una educación demasiado estricta y quieren conseguir el efecto totalmente contrario para la formación de sus hijos.

¿Por qué hay que aprender a decir que «no»? Porque queremos que se forme y se convierta, con el tiempo, en un ser responsable, independiente y autónomo; el sentir la frustración se convierte en una experiencia positiva; decir que no le aporta seguridad, porque tarde o temprano se da cuenta que sus rabietas tienen un límite; el querer ser amigo del niño es un error, él debe ver al padre como tal para apoyarse durante la adolescencia; no dejarse tiranizar, porque a la larga termina uno esclavizado.

¿Cómo hacerle para decir «no»?:

1) hay que ser inflexibles con las normas sociales absolutas (acostarse con los padres, hacer daño a alguien…), y con las normas propias de casa (ver la TV, acostarse a tal hora…);

2) la autoridad se transmite con la mirada y el tono de voz: hay que explicarle de frente y con energía lo que debe obedecer;

3) en las rabietas hay que mantener una posición indiferente, él solo tiene que resolverla, que llore cuanto quiera;

4) hay que corregirlos en casa o en público, en la calle también somos padres…;

5) no dejarse chantajear con la expresión mala madre o mal padre, explicarle que uno también se enojaba cuando lo regañaban.

En conclusión, el niño debe aprender desde temprana edad y dejarle bien claro en su conciencia el «sí» y el «no», porque de lo contrario puede desarrollar una inconciencia egoísta o sumisa que lo puede convertir en víctima o verdugo de los demás.

Para leer más: Marcelli D. Le «non» de l’enfant est-il important dans l»education? Jour de ped e puericult 2008;21

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Protege a tus hijos del sol

IMG_3605En estos meses de calor es importante protegernos de los efectos dañinos del sol: quemaduras a corto plazo y cáncer de la piel a largo.

Es preferible que los niños menores de 6 años permanezcan lo menos posible en exposición directa de los rayos del sol. Siempre que sea posible, deben vestirse con ropa delgada y cómoda y no olvidar proteger la cara con algún sombrero o gorra.

En todas las edades, es mejor limitar la exposición al sol entre las 10:00 am y las 4:00 pm, ya que en esos momentos los rayos ultravioleta (los más dañinos) son más intensos.

Como es imposible detener a los niños y porque tienen todo el derecho de disfrutar del agua, en albercas o en el mar, es indispensable usar bloqueador solar, de preferencia con factor de protección de al menos 15 SPF. Al momento de comprarlo, debemos tomar en cuenta que muchas marcas comerciales pueden «exagerar» en cuanto al factor de protección que anuncian. Entre mayor el factor, mejor será la protección.

El protector debe cubrir todas las áreas expuestas, en especial la cara, la nariz, los pies, las manos y hasta detrás de las rodillas. El bloqueador debe colocarse entre 20 y 30 minutos antes de entrar al agua para que se absorba y tenga mejor efecto, y debe volverse a aplicar aproximadamente cada 2 o 3 horas.

Finalmente, como en todo, nosotros debemos ser el mejor ejemplo. Los papás debemos usar estos protectores y enseñar a nuestros hijos a usarlo.

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Acaba de nacer mi hijo y queremos salir a pasear

¿Cuántos días tenemos que esperar para salir a pasear con nuestro recién nacido?

No existe un número definitivo ni una respuesta médica exacta para decidir cuándo sacar a pasear al recién llegado. Algunos pediatras sugieren que hasta después del mes, otros que después de 3 meses, y otros más lo permiten desde el nacimiento.

La realidad es que todas estas opciones pueden ser válidas según la circunstancia familiar e individual.

Lo primero a considerar es que los pediatras prefieren que el niño no salga en los primeros días o semanas de vida, para prevenir infecciones. El sistema inmune del recién nacido aún se encuentra en desarrollo, y el contraer una infección puede ser más peligroso que en los niños más grandes. Llevar al recién nacido a lugares públicos como centros comerciales, mercados, cines, etc., pudiera exponer al bebé a personas que están enfermas.

De cualquier modo, en la mayoría de los casos no hay contraindicación absoluta para salir de casa, y de hecho, es sano salir siempre y cuando tomemos ciertas precauciones: evitar lugares con demasiada gente, pedir a cualquier persona que quiera tocar o cargar al bebé que se lave las manos antes, evitar personas o niños que se vean enfermos con resfriados o diarrea, arropar bien al bebé, asegurarnos que tenga sus vacunas acorde a su edad. Y claro, una de las armas de prevención más importantes es la lactancia.

Platica con tu pediatra para que disfrutes al máximo cada etapa de tu bebé.

 


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Mi hijo hace berrinches y se queda trabado

En general, los berrinches se presentan entre el año y los 3 años de edad. Estos pueden variar desde quejas y llanto hasta gritos ensordecedores y golpeteos peligrosos.

Estos berrinches representan, por lo general, frustración del niño al no poderse comunicar como quisiera y no poder obtener sus deseos. Se presentan alrededor de los 2 años que es cuando el lenguaje del niño aumenta, pero no lo suficiente para poder expresarse. Algunos niños tienen berrinches ocasionales mientras que otros niños los tienen varias veces al día.

Existe un tipo de berrinche que puede llegar a impresionar mucho a los papás, al grado que piensen que algo anda mal o que el niño está convulsionando: el espasmo del sollozo. En este berrinche, el niño llora continuamente hasta dejar de respirar por unos segundos. Algunas mamás refieren que el niño «se traba del coraje». Al pasar esto, algunos niños pueden llegar a desplomarse en el suelo o tener movimientos de arqueos, similares a los que se ven en las crisis convulsivas.

Como papás, podemos llegar a identificar cuál es berrinche y cuál no, pero siempre que haya duda es mejor comunicarse con el pediatra.

Algunas de las estrategias para lidiar con los berrinches son: tratar de identificar qué es lo ocasiona la frustración del niño en ese momento; tratar de distraer al niño; ocultar objetos que pudieran ser peligrosos pero que el niño podría querer, para así evitar el berrinche por no prestárselos; dar atención al niño cuando anda de buen humor, para que aprenda que al estar contento recibe más atención.

Una vez iniciado el berrinche, lo más importante es mantener la calma, respirar hondo y tratar de entender qué es lo está ocasionando la crisis. Si nos frustramos o enojamos complicaremos la situación. O peor aún, el niño aprende por ejemplo, así que si les pegamos cada vez que tienen un berrinche, ellos sentirán que pegar está bien y que es una conducta aceptable.

Pensemos en la situación por la que está pasando el niño en su desarrollo para entenderlo mejor y seamos consistentes con la disciplina.

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¿Cuándo empiezo a lavarle los dientes a mi niño?

Lavarse los dientes es un hábito sano que debe fomentarse en toda la familia.

El aseo dental comienza desde antes de que salga el primer diente. En los bebés, es recomendable que después de sus alimentos se limpien las encías y la lengua con una toallita húmeda. La mayoría de los bebés disfrutan que les froten las encías, sobre todo cuando van a brotar los primeros dientes.

Cuando sale el primer diente, puede continuarse el aseo con una toalla o gasa húmeda, y también pueden lavarse con agua y cepillos de dientes infantiles, como los que tienen forma de dedal. Durante todo este tiempo podemos enseñar a nuestros hijos a sostener el cepillo e intentar lavárselos él mismo. Sin embargo, aún no tendrán la destreza para obtener un buen aseo.

Alrededor de los 2 o 3 años, cuando el niño ya tiene mayor habilidad motora y sabe escupir, se agrega pasta de dientes al cepillo, en cantidad similar al tamaño de un chícharo.

Además de todo esto, es recomendable acudir a consulta con el dentista cuando el niño cumpla 1 año.

Y claro, primero está el buen ejemplo que debemos dar nosotros los padres al lavarnos los dientes después de cada comida.