Categorías
Niño sano Prevención

30 minutos de ejercicio… y el doble para los niños

Aquí les comparto un excelente video que resume los beneficios de ser activos. No necesitamos correr maratones. Sólo movernos, 30 minutos al día. Listo. Es un hábito que debemos tener los padres de familia y fomentarlo en los niños.

El Dr. Mike Evans lo explica mejor:

Categorías
Nutrición

Plato pintado, verduras comidas

Yo creo que le vamos a cambiar el nombre a este blog. Ahora le pondremos «Cómo engañar a los niños para que coman verduras». Ya van varias entradas con este tema. Y nos siguen saliendo novedades.

En esta ocasión, unos ingeniosos investigadores de Minnesota les pusieron fotografías de verduras en los compartimentos de las charolas escolares. De esta manera, les mandaban un mensaje «subliminal» a los niños para que en ese compartimento colocaran verduras al momento de escoger comida en la cafetería. Y lo que observaron fue que el día en el que pusieron las fotografías en los platos, los niños efectivamente se sirvieron y comieron un poco más de verduras.

Ésta parece una estrategia muy sencilla que alienta a los niños a considerar comer vegetales. Suena como una buena idea para las escuelas, campamentos o sitios donde se sirven la comida los niños como si fuera un buffet. ¿Y en la casa? mmm… ¿valdrá la pena tenerles platos con separaciones o compartimentos con fotos de los diferentes grupos alimenticios?

Categorías
Noticias

¿Otra vez asustados por la influenza?

Pareciera que estamos en el 2009 otra vez. En todos lados rondan las noticias de una nueva epidemia de influenza A (H1N1). El secretario de salud está bombardeado de preguntas en Twitter (nomás busquen el hashtag #influenza). Hasta se está criticando a las escuelas locales por no tomar medidas específicas al respecto. Con todo esto, ¿debemos asustarnos?

La respuesta es un rotundo NO, con mayúsculas, y en negritas.

Les tengo un secreto: hasta antes de la epidemia del 2009, los médicos casi ni le hacíamos caso a la influenza. Es más, ni siquiera la tratábamos con antivirales como el famoso y controversial oseltamivir. Si alguien tenía síntomas sugestivos, se les aconsejaba ir a casa, descansar, tomar líquidos, y tomar medicamentos como paracetamol o ibuprofeno para sus síntomas. Ahora resulta que hasta elogian a las farmacias por tener abasto suficiente del mencionado antiviral como si fuera una panacea y la solución para que el virus no se propague.

¿Qué fue lo que pasó? En el 2009 hubo una mutación mayor del virus. Estas mutaciones pueden ser tan grandes, que el resultado de ellas es prácticamente un virus nuevo. Y cuando se identificó este virus nuevo no se conocía la mortalidad que tenía. Todo el escándalo que se hizo fue porque no se sabía si iba a ser tan mortal como el de la gripe aviar. Ésa fue la razón por la que se tomaron medidas que parecieron extremas hace casi 3 años. Pero ahora se sabe que no es así. El virus A (H1N1) tiene una mortalidad sumamente baja, muy similar al virus «viejo» que todos conocíamos.

Y otra cosa es cierta, este virus no va a desaparecer.

Entonces, ¿para qué asustarnos? Se trata de un enemigo conocido. Un enemigo que es muy molesto, pero al final benigno en la inmensa mayoría de los casos. Un enemigo que sabemos cómo prevenir y controlar: vacunación, lavado de manos.

Así que si tú, tus hijos, o algún familiar tiene síntomas respiratorios, mejor, en vez de entrar en pánico por las noticias, que les dé una checadita su médico. Como diría el Chapulín Colorado, ¡que no panda el cúnico!

Categorías
Nutrición

Platillos con imaginación para que coman mejor

Hoy continuaremos con los trucos para que coman mejor los niños. En una ocasión hablamos de cómo disfrazar verduras. Hoy toca la presentación del platillo.

Todos lo hemos vivido. Algunos más, otros menos. Los niños en edad preescolar comen cuando quieren y cuanto quieren. A veces «no comen nada» y es frustrante para todos. ¿Cómo hacer atractivo un platillo para un niño? Aunque pudiera parecer lógico que lo que se nos hace apetecible a los adultos también lo será para los niños, la realidad es otra.

Investigadores de la Universidad de Cornell les mostraron una variedad de presentaciones de platillos a un grupo de niños y a otro de adultos, para ver cuál preferían. La presentación del platillo variaba en el tipo y el número de alimentos distintos, en la cantidad de colores, en la posición del componente principal (dividiendo el plato en 9 partes como se ve en la foto), en la separación de los alimentos (de manera que hubiera o no espacio entre cada tipo de alimento), en la organización de los alimentos (haciendo formas geométricas u organizados al azar), y en la presentación «artística» (presentando los platos haciendo figuras, como una carita feliz, o sin ninguna presentación especial).

Las preferencias fueron las siguientes:

  • Número de colores en el platillo:
    • Niños prefieren 6 colores.
    • Adultos prefieren 3 colores.
  • Número de diferentes componentes:
    • Niños prefieren 7 componentes o tipos de alimentos distintos en sus platos.
    • Adultos prefieren 3 componentes.
  • Posición del componente principal de la comida (en un plato redondo):
    • Niños: abajo a la derecha.
    • Adultos: central a la derecha.
  • Posición del componente principal de la comida (en un plato ovalado):
    • Niños: izquierda.
    • Adultos: central.
  • Plato amontonado o con espacio entre cada alimento:
    • Niños: con espacio.
    • Adultos: con espacio.
  • Alimentos organizados geométricamente o sin organización:
    • Niños: sin organización.
    • Adultos: sin organización.
  • Presentación «artística» (figuras -vs- presentación casual):
    • Niños: con figuras.
    • Adultos: presentación casual.

En conclusión, a los adultos nos gustan los platillos aburridos. En contraste, los niños prefieren platillos con muchos colores, con distintos tipos de alimentos, con espacio entre cada alimento, y acomodados con mucha imaginación.

 

Categorías
Nutrición

Medicamentos y hierbas para ayudar en la lactancia

Esta última semana ha sido muy grata. Me topé en la consulta una situación que parece cada vez más rara: varias mamás que están dando lactancia exclusiva. Aún cuando la OMS recomienda alimentar a los bebés sólo con leche materna durante los primeros 6 meses y aún cuando pudiera considerarse lo más «natural», la lactancia puede llegar a ser complicada y cansada para muchas mamás. También existe siempre el miedo de «¿le estaré dando lo suficiente?». Y debido a esto, una pregunta frecuente es si existe algo, un medicamento o un suplemento que se pueda tomar para aumentar la producción de leche.

La respuesta corta es que sí existe. La larga es que, como con todos los tratamientos, se debe hacer una balanza entre los beneficios y los riesgos.

Hay un par de medicamentos que pudieran ayudar un poco, y que tienen efectos secundarios.

Por un lado tenemos la metoclopramida, un medicamento que se usa para el vómito y que también pudiera aumentar un poco la producción de leche. El gran pero es que tiene un efecto secundario relativamente frecuente: provocar movimientos involuntarios y espasmódicos de la cara y de las extremidades como si la persona sufriera enfermedad de Parkinson. A estos movimientos se les llama distonías. Para empeorar las cosas, el aumento de la producción de leche que se logra con la metoclopramida depende de la dosis. Es decir, entre más dosis de metoclopramida, más posibilidad de que aumente la leche. Pero también, al aumentar la dosis se aumenta el riesgo de efectos adversos. (1, 2)

Por otro lado tenemos la domperidona, otro medicamento que se usa para algunos malestares gastrointestinales que también tiene efecto en la producción de la leche. A diferencia de la metoclopramida, la domperidona no tiene el riesgo de producir distonías y tiene un mejor perfil de seguridad porque pasa poco a través de la leche materna. Pero ningún medicamento es inocuo. La domperidona se ha relacionado a alteraciones en el ritmo del corazón (algo que se conoce como prolongación del intervalo QT). Estos eventos son muy raros, y el riesgo aumenta si la persona está tomando otros medicamentos como algunos antibióticos o medicamentos para hongos.

De considerarse uno de los dos, la domperidona parece la mejor opción. Y aún hay más opciones, todas con sus respectivos pormenores. Sin embargo, lo más recomendable sería recurrir medicamentos sólo cuando se ha intentado todo lo no farmacológico.

Y hablando de tratamientos no farmacológicos, ayer una paciente me presentó unas cápsulas de una hierba milagrosa que se llama fenugreek o fenogreco. Alguien le dijo que era buenísima, porque a esa persona alguien más le dijo que era buenísima, y así sucesivamente. Cuidado, no por ser una hierba o por ser natural significa que no hay riesgos. Recordemos que de muchas hierbas se extraen medicamentos (¡incluyendo algunas quimioterapias!). Y al igual que con los medicamentos, las hierbas deben ser estudiadas para ver cuál es la dosis óptima y cuáles pudieran ser los efectos secundarios.

Existe un estudio realizado el año pasado acerca del fenogreco. Es un estudio pequeño en el cual los autores dividieron a mamás y sus bebés en 3 grupos (aproximadamente 20 participantes por grupo): a unas les daban té de fenogreco, a otras un placebo (un líquido inerte igual al té que tenía fenogreco), y a otras no les daban nada. Lo que observaron fue que en comparación con el grupo placebo y el control, las mamás que recibían fenogreco producían más leche, y los niños ganaban un poco más de peso en la primer semana. Pero el estudio tiene un seguimiento a muy corto plazo y la cantidad de participantes es tan pequeña que no se puede saber si pudieran existir efectos adversos poco frecuentes.

El Centro Nacional de Medicina Complementaria y Alternativa menciona algunos posibles efectos secundarios del fenogreco: flatulencia, distensión abdominal, y diarrea. Y también es enfático en decir que sólo existen estudios que muestran que el fenogreco puede ayudar a bajar la glucosa en personas diabéticas, pero que no existe ninguna prueba para usar esta hierba en otras condiciones de salud.

Si no hay estudios válidos, ¿cómo saber cuál es la dosis óptima del fenogreco?, ¿cómo saber qué efectos secundarios puede tener? y ¿cómo sabemos que el control de calidad de los suplementos que se venden es adecuado? Muchas interrogantes como para tomarse a la ligera.

Entonces, ¿existen medicamentos o hierbas para ayudar en la lactancia? Sí, y pudieran considerarse en situaciones particulares, hablando claro de los riesgos y los beneficios. Pero primero debe de intentarse lo más «natural», es decir, que el bebé sea el estímulo para que se produzca la leche. ¿Cómo saber si la leche materna es suficiente? Si el bebé está reactivo, contento, ganando peso, y mojando más de 5 pañales al día, sí es suficiente.

 

Citas¿Necesitas consulta? Programa una cita con el Dr. Giordano:

Categorías
Prevención

A extinguir los cohetes

Nunca me han gustado los cohetes. La razón tal vez sea que uno de mis primeros recuerdos sobre esto es el de un primo mío a quien se le encendió la camiseta al estar jugando con una luz de bengala. No teníamos ni 8 años cuando esto sucedió. A final de cuentas no le pasó gran cosa, sólo algunas quemaduras muy superficiales. Pero aún siendo niño capté lo grave que pudo haber sido. Lo peor de todo es que eran mis tíos y mis primos mayores los que nos estaban «enseñando» a tronar «palomas» y a jugar con estas luces.

La mayoría de las tradiciones son bonitas. Pero algunas, aún cuando se hayan venido repitiendo por décadas, deben extinguirse. Tronar cohetes es una de ellas. Año con año, al acercarse la Navidad y el Año Nuevo, y sin ningún tipo de regulacióncomienzan las ventas de cohetes en todo el país . Y año con año comienzan a llegar niños quemados al hospital.

En Estados Unidos, en un periodo de 13 años, se registraron más de 85,000 lesiones en niños causadas por algún tipo de pirotecnia. No puedo imaginarme cuántas lesiones han ocurrido aquí en México.

Los fuegos artificiales pueden llegar a ser espectaculares (como se puede ver en la foto). No me refiero a esas explosiones de colores en el cielo. Es muy distinto un show en un ambiente controlado, con personas expertas planeando el escenario y con el público a una distancia segura, en comparación a estarle prendiendo fuego a un cohete en la mano de un niño de 6 años y explicándole que lo tiene que lanzar antes de que le destruya su extremidad. ¿Cuál es el atractivo ahí? ¿Oír qué tan fuerte truena y quién se asusta?

Mejor vamos haciendo seguras nuestras fiestas decembrinas. Vamos fomentando la prevención de accidentes. Vamos disfrutando a la familia.

Y de disparar armas de fuego al aire… mmm… es algo tan estúpido que no quiero desgastarme tecleando. Como quiera que sea, no creo que ninguna persona que acostumbre esto tenga la cultura de leer, y menos que sea lector de este blog.

Categorías
Enfermedades Mitos y realidades Prevención

Vacunas, ¿valen la pena?

Es curioso cómo una de las mejores estrategias de prevención de enfermedades, la vacunación, siempre ha estado rodeada de miedos, los cuales surgen de mitos y de información incorrecta.

En la caricatura se muestra a Jenner, el médico que descubrió la vacuna para la viruela (que no es lo mismo que varicela), inoculando pacientes. Los pacientes, atemorizados, observan cómo les empiezan a salir protuberancias en forma de vaca.

Las consecuencias de no vacunar las hemos discutido un par de veces (1, 2). Por eso es preocupante ver a familias que toman este tipo de decisiones.

La siguiente presentación aborda 3 puntos:

¿Qué son las vacunas?
¿Qué enfermedades previenen y si vale la pena prevenirlas?
¿Qué riesgos existen, incluyendo la refutada asociación con el autismo?

[vimeo]http://vimeo.com/31267956[/vimeo]